martes, 17 de abril de 2012

Consejos de abuelo


Normalmente esto sale un poco pensado, de la improvisación meditada, vamos a ver si la improvisación sabe improvisar, que está viniendo un tema así en caliente.

Os voy a contar un cuento

Nuestro niño acaba de salir del cine. Normalmente cuando ve una película, le puede gustar o no gustar, pero se entretiene. Durante una hora y media, aproximadamente, un conjunto de 25 imágenes por segundo le trasladan a otro mundo, a otro lugar. Y cuando se acaba, normalmente se le queda en la retina una sonrisa.

-       “Abuelo, no he entendido la película”.

Hoy al cine le ha acompañado su abuelo. Normalmente va con sus padres, con algún otro niño o niña, pero no, hoy ha ido con su abuelo.

-       ¿Por qué dices eso hijo? ¿qué no has entendido?

-       “Pues…. El bueno no ha ganado. Al final, cuando tenían que salirle las cosas bien, después de todo lo que ha peleado, no ha ganado”

-       “Ya hijo, pero es que no era un superhéroe, era una persona”

-       “Pero… pero…., si lo ha hecho todo bien, tal y como le estaban pidiendo. No ha hecho mal a nadie. Tal como lo sentía, lo hacía. Ayudaba a todo el mundo sin que se lo pidieran. Siempre tenía la palabra oportuna, la sonrisa precisa”

-       “Todo eso es verdad nieto”

-       “¿Entonces?... abuelo ¿por qué?....”

Nuestro niño no entiende nada, acaba de ver una película distinta al resto de las que ponen en el cine. Una en que el protagonista no gana, que cumple todas las reglas de las películas, pero que el final no es el esperado. Y no lo entiende. Su joven cabeza no lo entiende.

-       “No se si te has fijado lo que ponía al principio de la película”

-       “No, la verdad es que no ¿qué ponía?”

-       “Basado en hechos reales”

Esa frase le deja más desconcertado de lo que ya estaba. Ahora ya si que no entiende nada. ¿Qué significa?, ¿la realidad es mala, es triste, es una absoluta mierda?. No, no entiende nada.

-       “Pero chico, no te quedes con esa cara”

El joven niño no sabe que decir.

-       “Ahora cuando lleguemos a casa te cuento la segunda parte”




El viejo abuelo comienza a arropar con mucho cariño a su joven nieto.

-       “Y así se acaba la historia”

-       “No lo entiendo muy bien, ahora tampoco ha ganado del todo. Bueno, lo que perdió en la primera parte, no lo tiene, pero consigue otra cosa”

-       “Eso es pequeño, esa es la parte buena que tiene. Cuando has salido del cine, no te había gustado la película, no la entendías, no te parecía justa. Y es que eso es lo que te vas a encontrar a lo largo de tu vida, la mayor parte de las cosas que te pasen, serán así, pero no las veas como tristes.”


El niño interrumpe al abuelo

-       “Pero… pero…. ¿dónde está lo bueno?”

-       “¿Qué ha pasado en la segunda parte que te he contado?, que ha ganado otra cosa, puede que no la que quisiera en un principio, pero la ha ganado”


-       “Pero sigue sin ser lo que quería”

-       “Eso no lo puedes afirmar, porque que no fuese lo primero, no quiere decir que sea malo, sólo tiene una manera de comprobarlo. De la misma manera que ha llegado a conseguirlo, ahora, va a seguir luchando por descubrirlo. No se ha rendido, no ha creído que todo estaba acabado, que no había más. Ha llorado, ha sufrido, pero ha seguido peleando.”


-       “Creo que lo voy entendiendo abuelo”

-       ¿Qué has entendido hijo?


-       “Que porque una vez no lo consigas, no quiere decir que se acabe todo. Puedes encontrar otras cosas diferentes y llegar a descubrir que son mejores que lo que no conseguiste. Pero no llegaras a nada de eso si te rindes, si dejas de pelear, si te dar por vencido y cambias, te traicionas, si no encuentras la sonrisa perdida. Y que todo eso, no sabes donde va a estar, así que mejor, estar atento; no perder el tiempo en lamentos”.

El abuelo besa en la frente a su nieto, y se encamina a la puerta con una tenue sonrisa, la que sabe que se está dibujando en la cara de su nieto.

- Buenas noches. Descansa y sueña lindo

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