lunes, 9 de abril de 2012

Intocable


La cuestión es tratarse como personas, con todas y cada una de sus palabras

Por todo lo que he leído y escuchado, película sumamente necesaria de ver. Y, realmente, se quedan cortos. Una de las mejores películas que he visto últimamente.

Vale, es muy cierto que la historia es buena por sí sola, una de esas historias reales que superan a la ficción, que entrarían en cualquier guión, pero que lo más importante es que primero estaba la historia y después la han escrito para pasarla a una serie de imágenes por segundo.

Tetrapléjico que simplemente busca que le traten como un igual, hombre negro de los suburbios que sólo busca huir y desaparecer. Y que, simplemente, se juntan. Uno rico que puede conseguir todo lo que el dinero te puede dar exceptuando el trato de alguien a quien el dinero le ha asfixiado tanto que ha dejado de importarle. Personas que sólo buscan pasar los días de la mejor manera posible, que disfrutan haciendo disfrutar.

Por la parte del adinerado inmóvil, no quiere que le traten de forma especial. Si, efectivamente no se puede mover, pero eso sólo es un detalle sin importancia comparado con todo lo que si puede hacer, sólo que necesita a alguien que no le importe hacerlo, alguien que comprenda que sus barreras no están puestas por una silla de ruedas sino por todo aquel que la empuja.

Por la parte del problemático chico de barrio, sólo busca huir. Ha dejado de creer en el mundo, infancia difícil, vida difícil, todo difícil. Puede que sin ganas de vivir, se encuentra con alguien que tiene todo lo que el puede querer pero al que le falta esa parte tan importante.

Se unen las ganas de vivir, de pelear, por dos circunstancias totalmente opuestas pero que hacen una historia mágica.

De esas que te dicen que la amistad va por encima de muchas cosas, que si hay que decir a alguien que esté en silla de ruedas que se levante a coger algo, se le dice; porque si en algo consiste la amistad, es en eso, la verdad por encima de todas las cosas.

Para escuchar lo que queremos escuchar ya hay mucho mayordomo, o personas de alto grado y títulos que serán expertos en lamer el culo, pero que pondrán muy mala cara si hay que limpiarlo.

Está película me ha recordado mucho a un gilipoyas, un calzonazos y un picao. Dicho siempre desde el más profundo cariño, respeto y admiración.

Total, película que hay que ver.  Sea cual sea tu estado de ánimo, alguna parte de la película te sacará la sonrisa, buscará una lágrima pero, al acabar, tendrás la sensación de que tienes que levantarte y aplaudir.
Es lo que tienen las historias de amigos de verdad.

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